Reseña histórica

Reseña Histórica

Perteneciente al partido judicial de Cuéllar se encuentra a 8 km al Sur de esta población. Desde al menos 1247 se nombra como Sancho Nunno, aludiendo al nombre de su repoblador llamado Sancho, hijo de Nuño.

Sanchonuño es un pueblo que ha ido a más en las últimas décadas, gracias a su floreciente industria de transformación de productos hortícolas. La endibia, el maíz dulce, la remolacha roja, las zanahorias o los guisantes han obrado el milagro de aupar a Sanchonuño al pódium de las localidades de Castilla y León con mayor renta per-cápita.

Apoyaron a la consecución de ese logro otras empresas radicadas en este pueblo de la comarca de El Carracillo, como es el caso de una sociedad que fabrica palés, la segunda más importante de España en ese sector si se atiende a su facturación. Sanchonuño se ha convertido, pues, en ejemplo para toda la provincia de Segovia por la rapidísima transformación de su agricultura, en la que hoy es parte fundamental el regadío, y por la implantación de otras industrias.

La consecuencia directa de la nueva situación es que el pueblo se ha convertido en polo de atracción para numerosos vecinos de la comarca, que han encontrado en las fábricas de Sanchonuño su lugar de trabajo. Y, una vez hallada la senda del desarrollo, los emprendedores no están dispuestos a desviarse, puesto que las empresas han apostado con fuerza por la innovación tecnológica.

La modernidad en la que vive Sanchonuño no ha significado la desaparición de las industrias tradicionales, como ejemplifica la pervivencia de una pequeña empresa que cría tencas en dos charcas de su propiedad. Al igual que el resto de industrias, la acuicultura también se ha transformado, y si antaño las charcas recibían el agua de dos manantiales existentes en la parte alta del término, ahora requieren que una perforación realice nuevos aportes de líquido.

En el capítulo de la historia hay que señalar que las tierras de Sanchonuño estuvieron habitadas, al menos, desde la Edad del Bronce, según afirma el historiador Carlos Arranz, que indica la existencia de un yacimiento de esa fecha en el pago de Las Cotarras, donde aparecieron fragmentos cerámicos de vasijas hechas a mano, a veces con decoración; cuchillos y puntas de flechas talladas en sílex; y hachas y azuelas pulimentadas.

También en Las Cotarras sitúa Arranz un poblado de época visigoda, a pesar de que los elementos constructivos hallados son muy pobres. Ya en el siglo XIII, el pueblo es citado como Sancho Nunno, lo que indica que su repoblador se llamaba Sancho y era hijo de Nuño. A finales del siglo XVI, su población era de 49 vecinos, entre los que había un hidalgo y un clérigo.

Los dos edificios más notables existentes en la localidad son la iglesia, dedicada a Santo Tomás Apóstol, y el Ayuntamiento. Las principales fiestas son las de la Virgen del Rosario, que se celebra a primeros del mes de agosto y octubre, y la de Santo Tomás, en el mes de diciembre.